Por Rachel Jones
Interpretado por Viviana
La amistad también puede ser tu ministerio. Como madre, mantener amistades y pasar tiempo con ellas es un sacrificio. ¡Después de todo, eres una esposa y mamá muy ocupada! Pero algo verdaderamente especial e incluso espiritual puede suceder cuando dos personas se conectan y se escuchan con paciencia. Se comparten historias, se intercambian experiencias y, con el tiempo, crece la compasión en tu corazón por estas compañeras. Es posible que todos lleguemos a un punto de abnegación en el que anhelemos servir y estar al lado de nuestras amigas sin esperar nada a cambio. En última instancia, este tipo de amistad es un modelo de dependencia de Cristo y de vivir una vida con las manos abiertas hacia Él.
Filipenses 2:3-4 dice, "...más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás".
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