Por Rachel
Leído por Karen Barberena
El espíritu de una mujer afecta toda su casa. Todas tenemos el poder de infundir paz, amor y alegría en nuestros hogares. También tenemos la increíble oportunidad de alentar a nuestros esposos e hijos a acercarse más al Señor.
Proverbios 24:3-4 dice, “Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros.”
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