La satisfacción es un derecho y no un privilegio. Cada uno de nosotros tiene derecho a sentirse realizado por el trabajo que hace, levantarse motivado para ir a trabajar, sentirse seguro mientras lo desempeña y regresar a su casa con la sensación de haber contribuido a algo más importante que sí mismo. Esta sensación de satisfacción no debiera ser una lotería reservada a unos pocos afortunados que pueden decir «amo lo que hago».
Si deseas apoyar este tipo de contenido puedes realizarlo a través de este link:
coff.ee/Javiervasquezpodcast