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Juan David Betancur
elnarrodororal@gmail.com

Había una vez en la zona de Santiago del estero en argentina una mujer muy poco creyente que vivía en las afueras del pueblo. Esta mujer vivía a su antojo y había desarrollado un interés por tener relaciones sexuales con personas que la iglesia y las buenas costumbres tenia prohibido. Así que por algunos años la mujer había frecuentado con intensiones carnales la sacristia del pueblo y había seducido a el cura del pueblo. 

Además se decía que también había seducido a su propio padre y alguno de sus hermanos. La mujer había cometido así incesto que es considerado un pecado mayor. Después de algunos años esta mujer había caido gravemente enferma y el representante de la iglesia que había reemplazado el sacerdote anterior acudió a su lecho de muerte para que se confesara. 

 

La mujer no quería recibirlo y aunque sus familiares se lo suplicaron finalmente nunca accedió a confesarse aún en sus últimos momentos. Debido a esto y a la gravedad de sus faltas se dice que dios mismo ordeno un castigo mayor para ella. El castigo era que su alma no pudiera entrar en el paraísos y por el contrarió vagaría por la eternidad corvertida en una mula color plomo. A esta mula la población la llama almamula.

 

La mula empezó a ser vista durante las noches oscuras recorriendo los montes aledaños a Santiago del estero y los habitantes la pueden escuchar claramente ya que produce un ruido de pesadas cadenas acompañado de gritos de dolor que llegan hasta lo más profundo de la población. Las cadenas son los pecados que cometio y los gritos de dolor son resultado de el sufrimiento que estas cadenas le producen al ser pisadas por sus cascos. 

 

Por esta razón los habitantes de Santiago del estero generalmente cuando oyen los ruidos de las cadenas y los gemidos lastimosos se encierran en sus casas ya que se dice que cuando esto sucede se puede ver una figura de una mula caminando desde los montes y atravesando el rio dulce se interna en el pueblo y se dirige hasta la iglesia del pueblo donde antaño vivía el sacerdote en pecado. 

 

Se dice además que después de un tiempo emite un ultimo gemido y regresa por el camino hacia el bosque donde se pierde de vista. 

 

Dice la leyenda que dicha almamula tiene que sufrir el dolor de su pecado y que solo podría escapar a esta maldición si algún día algún hombre lo suficientemente valiente se apiadase de ella y que fuese capaz de pararse delante de ella la pueda detener y como castigo le diera un corte con un cuchillo  en una oreja que le haga brotar un hilo de sangre que redima su pecado y que el alma de la mujer quede liberada y pueda entrar en el purgatorio. 

 

Lo extraño y lo que es preocupante es que se cuenta  que la región que por muchas generaciones algunas personas han contado que ellos mismos han encontrado el almamula y que ellos valientemente la han enfrentado y la han liberado de su pena y castigo. Pero curiosamente y extrañamente pese a que se advierte sobre el pecado del incesto todavía siguen apareciendo almamulas periódicamente sin que se sepa quien es la desdichada de turno.