Lourdes Pinto
Dios nos ama y ama Su misión tanto que desea que nuestra fe sea PERFECTA. Para que nuestra misión se establezca con firmeza, cada uno de nosotros DEBE CREER lo que el Señor nos ha dicho.
Debemos dar testimonio de nuestra FE en la forma en que vivimos las tormentas,los traspasos y las espinas en nuestra carne. Si alguno de nosotros continúa creyendo con nuestras mentes, pero no en la forma en que actuamos en nuestra vida diaria, entonces nuestra misión y nuestra comunidad no estarán firmes.
Correlación entre fe y arrepentimiento:
1. Fe: Isaías 7,1-9
2. Arrepentimiento: Mateo 11,20-24
Isaías (7,2): "Cuando se informó a la casa de David: “Arám está acampado en Efraím”, se estremeció su corazón y el corazón de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque.”
Dios permite que esta tormenta entre en las vidas de su nación, Israel, para quesu fe se fortalezca. Su forma de actuar revela la condición de sus corazones, por lo que Dios le dice a Isaías que le diga a su pueblo cuatro cosas que debe hacer: (7,4) "Mantente alerta y no pierdas la calma (quietud interior); no temas, y que tu corazón no se intimide” Al final de este pasaje de las Escrituras, Dios nos dice palabras poderosas: "Si ustedes no creen, no subsistirán”(7,9).
Durante nuestras pruebas estamos tentados a contradecir a Jesús. Nuestros pensamientos más profundos salen a la luz y se nos revela la condición de nuestros corazones. Cómo respondemos determina si nos levantamos o nos caemos.Simeón le dijo a María (Lc 2,34-35) que Jesús "será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos”. María permaneció fiel cuando su corazón fue traspasado en la Cruz. Necesitamos, como San Juan, estar con ella en nuestras pruebas.
El Padre Ron nos hizo una pregunta importante: "¿Estoy viviendo mi identidad como MOC y MC como la víctima oculta del amor de Dios?" Nos dijo que la respuesta a esa pregunta se encuentra en la forma en que ACTUAMOS o reaccionamos a los muchos desafíos diarios y pruebas que Dios permite o quiere en nuestras vidas.
Recientemente sufrí un traspaso que hirió mi corazón. El Señor me bendijo con ese sufrimiento para que honestamente, sin autoengaño, pudiera responder esa pregunta: "¿Estoy viviendo como una víctima de amor?"
El traspaso me confrontó con mi dolor puro, pero también con sentimientos de ira, resentimiento y desánimo. Como dijo el padre Ron, estos sentimientos no son de Dios, así que comencé a profundizar durante días antes del Santísimo Sacramento preguntándole al Señor de dónde provenían esos sentimientos. ¿Por qué, además del dolor, estaba enojado? Finalmente me encontré cara a cara con la condición de mi corazón. Pude VER la verdad acerca de mí mismo que Dios, en Su infinita misericordia, quería que yo viera para que pudiera arrepentirme y CREER. Pude reconocer mi falta de fe en lo que Él me ha dicho durante años:
Descubrí la verdad, desnuda ante Dios: la razón por la estaba frustrado y enfadado es que todavía me falta fe en todo lo que el Señor me ha hablado durante tantos años sobre las almas víctimas. Todavía no creía lo suficiente en el poder de mi sufrimiento con Cristo. Creo con mi intelecto, pero aún no lo vivo perfectamente porque no he creído plenamente con un corazón puro. Todavía me falta confianza y abandono a la Voluntad de Dios.
El traspaso que sufrí me afectó positivamente. Me llevó al autoconocimiento y al arrepentimiento profundo. El...