Comparación entre Santa Hildegarda y el Ayuno Intermitente Moderno
Santa Hildegarda de Bingen proponía ayunos moderados y regulares, realizados en días alternos o por temporadas específicas del año. Su enfoque no era únicamente físico, sino profundamente integral, buscando el equilibrio entre cuerpo, alma y espíritu. Para apoyar el proceso de ayuno, recurría al uso de plantas medicinales que ayudaban al metabolismo y contribuían a la sanación natural del cuerpo.
En contraste, el ayuno intermitente moderno, aunque centrado principalmente en lo fisiológico, ha demostrado en estudios científicos beneficios también a nivel mental. Las formas más comunes incluyen el esquema 16/8 (16 horas de ayuno, 8 de alimentación), ayunos de 24 horas una o dos veces por semana, o el método 5:2 (comer normalmente cinco días y restringir calorías dos días). Durante estos ayunos, se recomienda el consumo de agua, caldos o infusiones sin azúcar para mantener el organismo hidratado y facilitar el proceso metabólico.
Mientras que Santa Hildegarda veía el ayuno como un camino tanto espiritual como terapéutico, orientado a la prevención y cura de enfermedades crónicas, la medicina moderna lo aplica con fines como la salud metabólica, la pérdida de peso y la longevidad. Estudios recientes han documentado que el ayuno intermitente mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la inflamación y favorece la neuroplasticidad, contribuyendo así a un bienestar integral, aunque desde una óptica más científica que espiritual.
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fuentes en la
web:
