Las emociones son la gasolina de nuestra vida. Podemos decir que la calidad de nuestras emociones es la calidad de nuestra vida.
Ellas determinan por ende también la calidad de nuestro rendimiento y de nuestros resultados.
¿Cómo hacernos amigos de nuestras emociones? ¿Cómo transformarlas en nuestras aliadas?