"Cuando salga,
compramos el vestido y nos casamos". Estas fueron las palabras de Esteban
Rojas a su esposa Jessica. Esteban y otros 32 mineros chilenos quedaron
atrapados cuando la mina San José colapsó sobre ellos el 5 de agosto del 2010.
A 700 metros de profundidad sobrevivieron por 70 días con la poca comida que
encontraron y que luego pudieron recibir de parte de los rescatistas, antes de
esto, los mineros sobrevivieron compartiendo pequeñas porciones de atún,
macarela y agua que había en el refugio, incluso usaron una cucharita para
dividir una lata de atún entre 33 hombres. El 13 de octubre, el primer minero
rescatado fue Florencio Antonio Avalos Silva, de 31 años. El capataz de turno
Luis Alberto Urzúa Iribarren, de 54 años, fue el minero número 33 y último en
ser rescatado, aproximadamente 22 1/2 horas después de que comenzara la
operación de rescate. Hay minas en las que el ser humano puede quedar atrapado,
la de la soledad, la del abandono, la del rencor o la de la envidia. Jesús, el
hijo de Dios, es el rescatista por excelencia y desea rescatarnos. Reciba de él
el regalo del perdón, el rescate para iniciar una nueva vida.