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Científicos británicos crean genes humanos en laboratorio para estudiar enfermedades y desarrollar terapias celulares del futuro  

Por Félix Riaño @LocutorCo  

Investigadores del Reino Unido están construyendo fragmentos de ADN humano sintético para entender cómo funciona el genoma y diseñar nuevos tratamientos.  

Un equipo de científicas y científicos del Reino Unido está comenzando un experimento tan ambicioso como polémico: fabricar partes del ADN humano desde cero. Es decir, no editar genes existentes, sino construir nuevas cadenas genéticas, base por base, como si estuvieran armando un genoma humano desde el principio.

El proyecto se llama Synthetic Human Genome, o SynHG, y su objetivo es comprender cómo funciona el ADN para poder crear terapias más precisas y resistentes a enfermedades.
Con una inversión inicial de 10 millones de libras esterlinas por parte de la fundación médica Wellcome Trust, el proyecto reúne a expertos de universidades como Cambridge, Oxford e Imperial College.

Van a dedicar cinco años a crear herramientas para ensamblar secciones grandes de un cromosoma humano en el laboratorio y observar cómo se comportan en células vivas. Pero no todo es esperanza médica: también hay preguntas éticas difíciles. ¿Qué pasa si alguien usa esta tecnología para crear armas biológicas o humanos modificados?  

La promesa médica es enorme, pero el debate ético ya está encendido.  

Desde que se completó el Proyecto Genoma Humano en 2003, los científicos han logrado leer el ADN como si fuera un código de barras.
Pero leer no es lo mismo que escribir.

Ahora, el objetivo del SynHG es ir más allá y construir fragmentos del genoma humano como prueba de concepto. El primer paso será crear un cromosoma sintético, que representa aproximadamente el dos por ciento del ADN humano total. 

Para lograrlo, están utilizando inteligencia artificial y tecnologías de ensamblaje molecular, con la idea de diseñar células humanas que funcionen igual que las naturales, pero con mejoras específicas.
Por ejemplo, células que puedan resistir virus o regenerar órganos dañados como el hígado, el corazón o incluso el sistema inmunológico. Aunque hoy suena a ciencia ficción, el equipo ya logró sintetizar el genoma completo de bacterias como E. coli, así que el reto ahora es escalar esa tecnología a un nivel humano. Y si lo logran, podríamos estar frente al inicio de una nueva medicina.  

Este avance tecnológico trae consigo un debate ético urgente y profundo. El solo hecho de poder fabricar cromosomas humanos en laboratorio plantea preguntas como: ¿Quién tendrá el control de estas tecnologías? ¿Qué uso se les dará? ¿Cómo se va a regular su aplicación?

Algunas voces ya advierten que los riesgos van más allá de los laboratorios. Por ejemplo, el profesor Bill Earnshaw, de la Universidad de Edimburgo, señaló que si un grupo con malas intenciones accede a esta tecnología, podría sintetizar organismos para crear armas biológicas o alterar el equilibrio ambiental. Y hay otra preocupación: la creación de “bebés a la carta”.  

Aunque los investigadores insisten en que eso no es el objetivo, temen que en el futuro alguien intente copiar el ADN de celebridades o modificar genes para diseñar seres humanos a medida.
También hay un dilema legal: si se crean tejidos, células u órganos sintéticos, ¿quién será el dueño ¿El laboratorio, el paciente, o la empresa que fabrica las herramientas?

Por eso, el proyecto incluye desde el comienzo un componente social y ético llamado Care-full Synthesis, liderado por la profesora Joy Zhang. Este programa está trabajando con comunidades de todo el mundo para debatir abiertamente los límites, los miedos y los beneficios de esta nueva etapa de la biología.  

El futuro que propone el proyecto SynHG es tan fascinante como complejo. En el mejor de los casos, podríamos tener terapias celulares que no provoquen rechazos, tejidos inmunes a enfermedades como el cáncer o el VIH, y órganos cultivados a partir de células sintéticas para trasplantes. También se podrían evitar enfermedades hereditarias graves, como las mitocondriales, sin necesidad de recurrir a donantes. La posibilidad de diseñar mitocondrias sintéticas, por ejemplo, reduciría a la mitad el número de mujeres que deben someterse a procesos invasivos para evitar transmitir estas condiciones a sus hijas o hijos.

A nivel científico, esta tecnología permitiría probar hipótesis sobre la función del genoma, algo que hoy solo se puede hacer modificando genes existentes. Por ejemplo, entender partes del genoma que se conocen como “materia oscura genética”, que aún no sabemos para qué sirven. Pero hay una condición importante: la investigación debe ser abierta, responsable y equitativa. Actualmente, la mayoría de los estudios genéticos se concentran en personas de ascendencia europea.

El programa Care-full Synthesis busca corregir este sesgo e involucrar a comunidades de América Latina, África y Asia, para que sus perspectivas también definan cómo debe usarse esta tecnología.
Construir un genoma humano completo podría tardar décadas, pero el solo hecho de crear un cromosoma ya sería un hito que cambiaría nuestra comprensión de la vida.  

El ADN humano está formado por más de 3.000 millones de pares de bases, mientras que el genoma de bacterias como Mycoplasma genitalium o E. colitiene apenas entre 500.000 y 4.500.000.
Esa diferencia de complejidad muestra por qué este proyecto es tan ambicioso. El director de investigación del Wellcome Trust, Michael Dunn, dijo que entender el genoma a través de la síntesis genética puede ayudarnos a responder preguntas sobre salud y enfermedades que hoy ni siquiera sabemos formular.

Y no se trata solo de medicina. También podría usarse para mejorar cultivos agrícolas resistentes a plagas y al cambio climático. En ese sentido, la biología sintética no es solo una herramienta médica, sino también una estrategia para enfrentar desafíos globales. Aún no hay terapias listas para usar, pero este es el momento ideal para hablar de sus límites. El pasado nos ha enseñado que es mejor desarrollar estas tecnologías con reglas claras desde el comienzo, que intentar corregir los errores después. Por eso, científicos, sociólogos, organizaciones civiles y gobiernos están invitados a participar desde ya en el debate. Lo que está en juego no es solo un avance científico. Es decidir juntos qué tipo de futuro queremos construir.  

El proyecto SynHG busca fabricar fragmentos de ADN humano desde cero para diseñar nuevos tratamientos. ¿Será el comienzo de una nueva era biológica? Sígueme en Flash Diario en Spotify para descubrirlo cada día.  


Crean ADN humano en laboratorio desde cero. ¿Será la cura del futuro o un riesgo global? La ciencia da otro paso.  

📚 Bibliografía

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