El reloj, del gran maestro Pío Baroja, uno de los mejores exponentes de la generación del 98, es una obra que vio la luz en el año 1900, como parte de su libro Vidas Sombrías, en el que recoge su experiencia como médico rural.
Se trata de un texto simbólico, de carácter casi metafísico, en que la forma tiene mucha más importancia que el contenido. El autor, que expresa y logra trasmitir al lector un sentimiento de tristeza y misterio en el que la soledad tiene un papel muy importante, experimenta con la literatura romántica empleando muchos elementos y símbolos de esta corriente literaria.