Emisión en directo a las nueve de la mañana desde la iglesia de Santiago Apóstol de la Santa Misa oficiada por el párroco Manuel Reyes Brito.
Ciclo B 32 Domingo del tiempo ordinario
En ti, Señor, nuestra esperanza
Liturgia de la palabra
“ Aleluya, Aleluya, Aleluya ”
“ El que me ama guardará mi palabra-Dice el Señor-, y mi padre lo amará y vendremos a él “.
Primera lectura Reyes 17, 10-16
En aquellos días, se alzó el profeta Elías y fue a Sarepta. Traspasaba la puerta de la ciudad en el momento en el que una mujer viuda recogía por allí leña. Elías la llamó y le dijo: “ Tráeme un poco de agua en el jarro, por favor, y beberé”. Cuando ella fue a traérsela, él volvió a gritarle: “ Tráeme, por favor, en tu mano un trozo de pan”. Ella respondió:” Vive el Señor tu Dios, que no me queda pan cocido; solo un puñado de harina en la orza y un poco de aceite en la alcuza: Estoy recogiendo un par de palos, entraré y prepararé el pan para mí y mi hijo, lo comeremos y luego moriremos”. Pero Elías le dijo: “ No temas. Entra y haz como has dicho, pero antes prepárame con la harina una pequeña torta y tráemela. Para ti y tu hijo la harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel:” La orza de harina no se vaciará la alcuza de aceite no se agotará hasta el día en que el Señor conceda lluvia sobre la tierra”. Ella se fue y obró según la palabra de Elías, y comieron él, ella y su familia. Por mucho tiempo la orza de harina no se vació ni la alcuza de aceite se agotó, según la palabra que había pronunciado el Señor por boca de Elías.
Salmo: 145
“ ¡ Alaba, alma mía, al Señor ! ”
El Señor mantiene su fidelidad permanentemente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.
Segunda lectura Hebreos 9, 24-28
Cristo entró no en un santuario construido por hombres, imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a si mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena. Si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde la fundación del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez al final de los tiempos, para destruir el pecado con el sacrificio de si mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, para salvar los que lo esperan.
Evangelio: Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía: “ ¡ Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las Sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa”. Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero:muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir un cuadrante. Llamando a sus discípulos, les dijo: “ En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”.
Palabra del Señor
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Parroquia Santuario Santiago Apóstol, Santa Misa Gáldar 2024, Párroco Manuel Reyes Brito, Párroco Gáldar Manuel Reyes Brito.