Aileen Wuornos, conocida como la "Asesina de la Carretera", se convirtió en un oscuro ícono de crímenes en serie en los Estados Unidos durante la década de 1980. Su vida estuvo marcada por la adversidad desde temprana edad, y su nombre quedó grabado en la historia criminal como una figura compleja y trágica.
Nacida el 29 de febrero de 1956 en Rochester, Míchigan, Aileen Carol Wuornos experimentó una infancia turbulenta. Su madre, Diane Wuornos, la dejó en manos de sus abuelos cuando era apenas una niña, y su adolescencia estuvo plagada de dificultades. A los 15 años, quedó embarazada y dio a luz a un niño que fue entregado en adopción.
La vida de Wuornos tomó un giro oscuro cuando, a mediados de la década de 1980, comenzó una serie de asesinatos. Sus víctimas eran hombres que, según ella, intentaron agredirla sexualmente mientras trabajaba como prostituta. Entre 1989 y 1990, llevó a cabo una serie de homicidios a lo largo de carreteras de Florida, utilizando un revólver calibre .22.
La notoriedad de Wuornos creció a medida que los crímenes se descubrían y la policía cerraba el cerco sobre ella. Fue arrestada en enero de 1991 en un bar de Florida, y durante el juicio, afirmó que los asesinatos eran actos de legítima defensa. Sin embargo, las pruebas y testimonios presentados en su contra llevaron a su condena por seis de los asesinatos.
Aileen Wuornos fue sentenciada a muerte y, a lo largo de su tiempo en prisión, se convirtió en un tema de debate sobre la pena de muerte y la salud mental. Algunos argumentaron que su difícil pasado y experiencias la llevaron a una espiral de violencia, mientras que otros la veían como una asesina despiadada que merecía el castigo máximo.
Finalmente, Aileen Wuornos fue ejecutada por inyección letal el 9 de octubre de 2002, en la Prisión Estatal de Florida. Su vida y crímenes continúan generando interés y controversia, sirviendo como un recordatorio sombrío de las complejidades que rodean el crimen, la justicia y la condición humana.