Llegamos a la semana quincuagésima segunda del año. La última, porque la que viene pertenece a la primera de 2026. Así que, otra vez, exploramos un lenguaje antiguo que llegó a ser muy usado en su día. Efectivamente, se trata del código Morse, ese lenguaje de puntos y rayas que, aunque hoy nos parezca un galimatías propio de espías o radioaficionados, en su día fue la clave de la inmediatez, la urgencia… y la supervivencia. Inventado en el siglo XIX, el Morse fue durante décadas el puente invisible entre barcos a la deriva, estaciones remotas y corazones angustiados.
Resulta paradójico que un sistema tan elemental —punto, raya, pausa— se haya convertido en algo que hoy muchos consideran arcano. ¿Qué nos dice eso sobre el paso del tiempo, la memoria tecnológica o nuestra relación con los lenguajes que salvan vidas? Tal vez sea que lo urgente ha cambiado de forma, pero no de fondo. Donde antes gritábamos SOS, ahora enviamos emoticonos. Y aún así, seguimos necesitando auxilio de vez en cuando.
Por segundo año consecutivo, hemos conseguido cubrir, sin excepciones, un programa semanal cada lunes. ¡Ni más ni menos que 104 programas! Bueno, uno más si contamos aquel especial que dedicamos a la muerte del Papa Francisco. Así que hemos podido evitar lanzar un SOS preventivo. No por naufragio, sino por precaución frente a los excesos previsibles del cotillón de Nochevieja.
Un ...---... con el que afrontamos con la energía de siempre la primera semana de 2026. ¡Pero siempre entre la anécdota histórica y la complicidad sonora!
No te contamos más. El resto, como siempre, lo dejamos en tus oídos. Estamos convencidos que escuchando este programa te acordarás de Totus Pódcast... enteras.