“Un granito de fe”
El Evangelio de hoy nos recuerda que no necesitamos una fe enorme, sino una fe auténtica, pequeña como un granito de mostaza, pero viva y llena de esperanza.
Esta canción nace de la oración de los discípulos: “Señor, auméntanos la fe”.
En ella se expresa la certeza de que lo pequeño, puesto en las manos de Dios, puede transformar el mundo y nuestra vida.
Un granito de fe mueve el mundo, Señor, siembra esperanza, derriba el temor.
Que esta melodía sea para ti un empuje en medio de la dificultad, una llama de confianza en tu interior y un recordatorio de que Dios nunca abandona a los que se ponen en sus manos.
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LETRA: “Un granito de fe”
Cuando el miedo me encierra,
cuando todo es oscuridad,
me descubro pobre y frágil,
sin fuerzas para avanzar.
Pero escucho tu palabra,
tu voz me vuelve a encender:
no se trata de ser grande,
sólo basta creer.
Un granito de fe mueve el mundo, Señor,
siembra esperanza, derriba el temor.
Aunque mi fuerza se apague al andar,
tu amor me levanta, me vuelve a salvar.
En mis manos llevo nada,
un deseo y un dolor.
Tú transformas lo pequeño
en milagro de tu amor.
Como el siervo que trabaja,
sin orgullo y con verdad,
quiero darte lo que tengo,
sólo hacer tu voluntad.
Un granito de fe mueve el mundo, Señor,
siembra esperanza, derriba el temor.
Aunque mi fuerza se apague al andar,
tu amor me levanta, me vuelve a salvar.
Señor, aumenta mi fe,
que no caiga en la desesperación.
Señor, aumenta mi fe,
haz de mi vida tu canción.
Un granito de fe mueve el mundo, Señor,
siembra esperanza, derriba el temor.
Aunque mi fuerza se apague al andar,
tu amor me levanta, me vuelve a salvar.
