De forma rapsódica y reveladora, Walter Becker, describió en una entrevista el paraíso: "Es el club donde todos los grandes del jazz que han muerto siguen tocando".
Ellington y Monk y Coltrane y Parker…Es la música original y los viejos arreglos y los estilos originales. Y es como esa taberna ancestral donde te reciben con una sonrisa y un vasito de vino”. Por muy virtual que sea el local elegido por Becker, alberga el material que, habiendo emanado de lo humano, ha trascendido a lo divino.
Me llamo Dan, Steely Dan. Bienvenidos al paraíso.