Estar conectados es tener familia.
Dios quiere que la iglesia se trate sobre crear entornos donde pueda ocurrir auténtica comunidad. Construir comunidades relacionales y transformadoras donde la gente experimente la unidad con Dios y el prójimo.
Comunidades que sean tan satisfactorias, únicas y atractivas que creen sed de ser parte de la familia de Cristo en todos aquellos que la observan.