TAL VEZ SILENCIOS
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Tal vez haya que salvar las noches perdidas,
las nubes que pasan, el pudor, la voz, la agonía,
tal vez se desoigan los gritos del mar
por ver las orillas del cielo entre llamas.
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Tal vez sea inmenso el dolor de la tierra
viendo que se marchan huyendo las piedras
por el sin vivir en la superficie, por el sin morir
de nuestros demonios.
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Tal vez que nos avergüence como los humanos
se comen los fetos de sus propias crías
y pactan con dioses que son como el barro
y lloran con lágrimas de risas y espinas.
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Tal vez las esquinas sepan dónde están las puertas,
¿dónde los caminos de las letanías?, ¿dónde están las torres? ¿dónde están los bosques, ¿dónde los espejos?, ¿dónde ver ternura cuando se cantaban cuentos a la luna?
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Una vez pintamos de palabras-besos
aquellos deseos, versos tan redondos
como los ladridos sollozos de un perro,
con la mano abierta siéndonos cautivos los globos,
de nubes, de amistad, de hielos con que da el adiós
la mirada eterna, horizonte, viento, cárcel,
y ese garabato cuando ya estás muerto.
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Tal vez haya que volver una y mil veces
para darnos cuenta que somos objetos
de nuestras historias, no de las de otros,
volver al redil de aquellas fronteras las de las espumas, las de los sarcófagos, las de las galaxias,
las de los silencios.
Chema Muñoz©
