A pesar de no estar físicamente, el ejemplo de Fidel vive eterno en cada joven cubano, ese que en estos tiempos ha puesto toda su alma para enfrentar una pandemia y mantener las conquistas de una Revolución por la que tanto luchó nuestro comandante.
Fidel siempre mantuvo un estrecho vínculo con la juventud cubana, siempre guardó tiempo para conversar con los más jóvenes, le gustaba escuchar sus preocupaciones, sus ideas, y los aconsejaba como solo un padre sabe hacerlo con sus hijos.