Hoy, las nuevas tecnologías son portadoras de un cierto tipo de accidente que ya no es local como el descarrilamiento de un tren o el hundimiento del Titanic, sino de un accidente general que afecta inmediatamente a la totalidad del mundo. Internet no escapa a ello, las nuevas tecnologías son frágiles dependen de la electricidad, de pilas, y del sabotaje.