Hoy, la Nave del Santo Misterio va sin nadie al volante, en la ausencia de Kantz, vivimos una lucha encarnizada por hacerse con el poder de los mandos que por suerte, no llega a ningĂșn sitio. Al final mueren todos. Lo bueno: Celebramos la Misa en el nuevo estudio de nuestro querido Fran Corpas, en las instalaciones de la Sala Eventual.