Tras el asesinato del duque Juan Sin Miedo de Borgoña, su heredero Felipe el Bueno (1396-1467) afrontó unas difíciles relaciones con la Francia de los Valois. Pese a enfrentarse a ella de inmediato cambió de política por interés económico y firmó la paz de Arrás con el rey Carlos VII de Francia en 1435. Borgoña se enriqueció económicamente y fue sumando a su órbita nuevos territorios por herencias y compras: Holanda, Zelanda, Brabante o Limburgo cayeron en sus manos para engrandecer todavía más el patrimonio ducal. Gran mecenas y creador de la Orden del Toisón de Oro, Felipe el Bueno dio paso a su belicoso hijo Carlos el Temerario (1433-1477), que emprendió guerras devastadoras contra Francia, los suizos y las revueltas en sus propios estados. Su muerte en el asedio de la ciudad de Nancy terminó con la saga de grandes duques para que su hija María, mujer culta y millonaria, heredara las jugosas posesiones borgoñonas para juntarlas con los territorios Habsburgo a través de su matrimonio con Maximiliano I de Austria. Cerramos la historia del ducado de Borgoña con este segundo programa en Almas del Medievo.
Música
Track: The Revelation
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Track: Invincible
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Track: Echoes of Ireland
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