La breve historia de la condesa sangrienta, escrita por Alejandra Pizarnik, narra los métodos de tortura de una aristócrata húngara que mató a más de 600 mujeres por diversión, pero también por la creencia de que bañarse en sangre mantendría intacta su juventud y engañaría al tiempo.
Una de las pocas obras en prosa de Pizarnik, que encierra en este escrito mucho del mundo simbólico y los fantasmas que atraviesan su maravillosa obra poética.