Los resultados de la encuesta Percepción Social de la Ciencia que elabora FECYT sobre salud y ciencia muestran la confusión que existe en una parte considerable de la población española a la hora de distinguir terapias y pseudoterapias: hasta un 20% de los encuestados reconoce haber usado tratamientos que carecen de pruebas y un 5% de la población los han utilizado en sustitución de tratamientos convencionales. La encuesta también muestra que el 6,4% de la población cree que los riesgos de las vacunas infantiles superan a los beneficios o que el 19% no cuenta con ninguna opinión médica para seguir una dieta o no lee los prospectos de los medicamentos.
Esta confusión o desinformación es utilizada por personajes con oscuras intenciones. Chamanes, curanderos, sanadores, médium, clarividentes, gurús o simplemente timadores, están a la espera de estas personas y su dinero. Cualquier ciudadano es libre de ir a las consultas que quiera, es libro de visitar a un astrólogo o de tomar agua con azúcar, pero el problema es cuando el cliente es estafado. ¿Cuándo se produce la estafa? ¿se puede denunciar? ¿Qué ha cambiado el reciente plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias?
Con Luis J Capote, profesor del departamento de Disciplinas Jurídicas Básicas de la Universidad de La Laguna.