El cultivo de peces es algo casi tan antiguo como el hombre, podemos encontrar registros de una incipiente acuicultura en antiguas civilizaciones como la egipcia o la griega. Pronto se observó que cultivar peces era más fácil y constante que pescarlos.
Y desde entonces no se ha parado. Ya es muy común ver en nuestras costas las jaulas donde se crian especias como la Lubina y la Dorada. Y es igual de normal encontrar en nuestras pescaderías pescados y mariscos llegados de técnicas de cultivo.
Varios autores defienden que la acuicultura es la única esperanza a las millones de bocas hambrientas que tenemos en el planeta, una manera de proteger los océanos contra la sobreexplotación de las especies. Ya representa el 50% del pescado consumido.
Pero también los hay quien no la ven con buenos ojos, hablan de la contaminación de los fondos, la mala calidad del pescado, del uso de antibióticos.
En todo esto la ciencia tiene mucho que decir, sobre todo a la hora de incorporar nuevas especies a los cultivos y hacerlo de una manera cada vez más segura y respetuosa con el medio ambiente.
Hoy les hablaremos de acuicultura y del proyecto Diversify.