Solemos pensar en la naturaleza como compartimentos estancos, como habitaciones aisladas unas de otras. Me explico. Pensamos en los océanos, por un lado, por otro la atmosfera, en otro capítulo los bosques, los insectos por otro lado, las aves por otro… Esto ha sido así, en parte, porque así nos lo han enseñado. Sin embargo, la realidad no es tan sencilla. Es como si pensáramos que el riñón es un órgano independiente y que no tiene ninguna relación con el corazón o el cerebro.
En el caso de las plantas es un claro ejemplo. No podemos hablar de ellas sin unos seres que les ayudan en su reproducción y que han guiado su evolución, son los polinizadores, esos insectos que llevan el polen de flor en flor germinando a su paso. Y si hablamos de los polinizadores la reina es, sin duda, la abeja.
Las abejas, que son muchas más que las que vemos en los panales de miel, están pasando por apuros, y si estas lo pasan mal, las plantas lo pasarán peor. Con Carlos Ruiz, investigador del Área de Zoología de la ULL.