Krishnamurti dejó escrito que el autoengaño restringe nuestra capacidad de amar, y efectivamente, esta actitud es un serio obstáculo que nosotros mismos ponemos en nuestro camino para seguir tropezando y cayendo en los mismos errores que lo único que hacen es alimentar y dar fuerza a nuestro ego, a ese pequeño yo que por tener razón, no acepta con honestidad y humildad la responsabilidad que tiene respecto a como piensa, siente y actúa. Amarse a uno mismo también pasa por perdonarse las debilidades reconociéndolas primero y procurando transformarlas segundo, de forma que hagamos de ellas esas fortalezas necesarias para no desistir en nuestro regreso al Hogar, a nuestra Identidad verdadera de Amor incondicional.