Hoy en día, son muchas las personas que se hayan en una situación donde la movilidad física y profesional parece un obstáculo insuperable. No hay nada más frustrante que tener una vocación como la de ser piloto, y no poder realizar tu sueño.
Sin embargo, hay quienes que son capaces de hacer que éstos se cumplan gracias a asociaciones como a la que pertenece nuestro próximo invitado. Asociaciones como Las Sillas Voladoras, que junto Homeless Entrepreneur y PREDIF, son responsables de hacer estos obstáculos superables y demostrar que un mundo sin barreras, también es posible.
Antonio Ibarra Valero es responsable de recaudación de fondos del Proyecto “De la Calle al Cielo” y uno de los alumnos de la escuela de pilotos Las Sillas Voladoras, una asociación sin ánimo de lucro destinada a la divulgación del vuelo adaptado y la formación de pilotos con capacidades diferentes, que tiene como meta proporcionar a sus alumnos, experiencias terapéuticas, lúdicas y de motivación personal. Para Antonio, volar sin barreras es ser libre y la libertad, es su válvula de escape. A pesar de su discapacidad, quiere ser piloto y gracias al avión adaptado y la formación que está realizando, lo está consiguiendo.