Cuando el maestro de obras Haterius construye el Coliseo a partir de las cenizas de la Casa Dorada de Nerón, su trabajo está lejos de terminar; el nuevo emperador Domiciano le asigna la tarea de agregar una compleja red de túneles subterráneos. La compleja red de cámaras y túneles debajo del piso de la arena, llamada hipogeo, albergaba accesorios, escenarios y participantes cuando no estaban en acción. Y el ingenioso sistema de trampillas, poleas y ascensores del anfiteatro facilitó entradas dramáticas tanto para el escenario como para los combatientes, permitiendo que incluso los elefantes aparecieran como de la nada.