¿Existía algún dispositivo de seguridad ciudadana tras la reapertura del ocio nocturno en La Coruña?
¿Cómo es posible que, en la única zona de la ciudad donde confluyen dos discotecas que cerraban a las 03:00 de la madrugada, en pleno centro, no hubiese presencia policial?
¿Cómo es posible que, en la misma zona donde Samuel recibe el primer golpe, donde por cierto se suele poner Protección civil cuando hay algún evento en la playa, no hubiese presencia policial?
¿Cuántos policías locales y nacionales patrullaban tras la reapertura del ocio nocturno durante esa noche? ¿Cuántos la noche del asesinato?
¿Por qué nadie en los medios se hace estas preguntas?
¿Por qué la Policía Local de La Coruña no las contesta, pero da difusión en sus redes a convocatorias de concentraciones de grupos de extrema izquierda?
¿A qué grupos pertenecían los detenidos por el asesinato? ¿Quiénes son los detenidos? ¿Hay bandas latinas en la ciudad? ¿Qué medidas se van a adoptar desde el Ayuntamiento o la Delegación? ¿Se van a pedir responsabilidades políticas?
Quizá si alguien desde María Pita o desde la Delegación del Gobierno contestara a estas preguntas sabríamos qué ha fallado para que barbaridades como ésta ocurran en La Coruña y, sobretodo, podríamos evitar que volviesen a ocurrir.