Combatir la perversa Agenda2030 y las fatuidades bruselenses y zurdas mundiales no te coloca del lado de carniceros como Putin. Al revés, combatimos esas ideas progres para poder hacer frente a tiranos como Putin. El invasor Putin está crecido, precisamente, por la errática política zurda e infantil de la UE y parte de la sociedad americana. Revertir esas políticas no es sólo una obligación moral para muchos, es la única manera de revitalizar Occidente y frenar la expansión de regímenes totalitarios como Rusia o China. No será fácil. Algunos recordamos cómo en los ochenta, ante el imperialismo de la URSS, que Putin trata de revivir, emergieron tres figuras que defendieron sin complejos Occidente: Ronald Reagan en USA, Margareth Thatcher en el Reino Unido, y el papa polaco Juan Pablo II. Hoy, aunque Putin ya no es la URSS por mucho que se empeñe, no es menos cierto que su oposición es la calamidad Biden, el atolondrado Johnson, y el tibio Papa Francisco. Como para encima, confundirnos de bando. Yo no lo haré: ¡Viva Ucrania libre!
Salud y Libertad
