Cuando has trabajado en el campo de la educación y, pasado un tiempo, observas los comportamientos y manifestaciones de algunas personas, es entonces cuando sientes que realmente el sistema educativo, los métodos utilizados o quienes hemos trabajado en él – las familias también - hemos fracasado.
Cuesta entender que la educación haya creado personajes capaces de declarar una guerra. O que los educadores hayamos creado individuos que se pasen el día insultando e hiriendo con la palabra. O que hayamos educado seres humanos intolerantes que no respetan la diversidad y que además odien al diferente. O comportamientos de personas que se han despojado de sus valores.