Decían Les Luthiers que el amor eterno dura, aproximadamente, tres meses. Más allá del chiste, la idea de amor eterno en sí y por sí a menudo oculta las complejidades y difi cultades de la vida en pareja. En pareja o en familia o en comunidad.
En ocasiones parece que la sociedad nos presenta el matrimonio como la culminación de un amor perfecto, donde todo es armonía, felicidad y estabilidad eterna. Podemos extrapolarlo, de nuevo, a la vida en familia o en comunidad.
Sin embargo, al adentrarse en este compromiso, uno se enfrenta a la realidad de las diferencias personales, los conflictos y las expectativas no siempre cumplidas, la falta de acompasamiento en la vida, los distintos ritmos… Y en lugar de un cuento de hadas, el matrimonio, la crianza, la amistad, las relaciones requieren un esfuerzo constante para mantener la relación viva y saludable, algo que no siempre es fácil ni queda garantizado.