En París las investigaciones sobre el espectacular robo de las joyas de la corona revelan que los ladrones no eran tan hábiles como parece. Resulta que el sistema de vigilancia del Museo del Louvre, uno de los más emblemáticos del mundo, tenía graves fallas de seguridad. Documentos obtenidos por el grupo CheckNews y publicados por el periódico Libération detallaron que la contraseña para acceder al sistema de cámaras del museo era simplemente “Louvre”.