Hay puertas que dan a espacios que creemos conocer porque las usamos a diario. Puertas que sin embargo, pueden abrirse sin previo aviso un día hacia una estancia totalmente desconocida para nosotros que nos lleve sin casi darnos cuenta, a la desesperación y a la locura. Al entrar en estas puertas sera solo cuando nos demos cuenta, que no hemos llegado por casualidad a estas estancias imposibles donde nos estaban esperando, si no que hemos sido llevados por aquellos que nos quieren allí, en el mismo infierno