La Normativa Euro 7 se nos presentó como una revolución medioambiental, pero ha resultado ser una farsa burocrática que esconde sus verdaderas intenciones. Durante años, la Comisión Europea nos vendió una historia de terror: la "Euro 7 Hard" iba a ser tan estricta que encarecería los coches 2.000 euros y supondría el fin del motor de combustión.
Sin embargo, la industria plantó cara. Ocho países, liderados por Francia e Italia, preguntaron a Bruselas por qué debían invertir miles de millones en perfeccionar una tecnología (el motor de combustión) que la propia UE ha decidido prohibir en 2035. Y Bruselas reculó.
La Euro 7 final, la que entrará en vigor sobre 2027, es una broma... si solo miramos el tubo de escape. Para los turismos, los límites de emisiones son idénticos a los de la actual Euro 6d. No cambian los NOx, no cambia el CO2. Es una Euro 6 con una pegatina nueva.
El problema es que nos han hecho mirar al tubo de escape, mientras las verdaderas trampas venían por otro lado.
La Paradoja del Coche Eléctrico Por primera vez, una norma "Euro" regula emisiones que no son del escape: las partículas de los frenos y el desgaste de los neumáticos. Sobre el papel suena bien, pero ¿qué coches son los que más pesan y, por tanto, más castigan frenos y neumáticos? Exacto, los coches eléctricos. La UE ha creado una norma que penaliza directamente al vehículo que nos quiere imponer.
La Trampa Real: El "Gran Hermano" OBM El verdadero golpe de la Euro 7 se llama OBM (On-Board Monitoring). Es la consecuencia del Dieselgate: la UE ya no se fía de nadie. El OBM obliga al coche a vigilarse a sí mismo, midiendo sus emisiones en tiempo real.
Aquí está el engaño: la norma exige que el coche cumpla con las emisiones (las de la Euro 6d) durante 10 años o 200.000 kilómetros.
Esto no es una norma sobre coches nuevos; es una sentencia de muerte para los coches usados. Un catalizador o un filtro de partículas pierden eficiencia con el uso. Hasta ahora, un coche de 8 años con 160.000 km podía pasar la ITV sin problema.
Con la Euro 7, en el momento en que el OBM detecte una mínima pérdida de eficiencia, se encenderá un chivato. Será un fallo que no se podrá borrar. En la ITV, conectarán la máquina y leerán el aviso: "Eficiencia del catalizador fuera de rango". Desfavorable.
La única solución será cambiar el sistema completo: una factura de 3.000, 4.000 o 5.000 euros. Si tu coche de 9 años tiene un valor de mercado de 6.000 euros, se convierte en un siniestro total.
Es la obsolescencia programada convertida en ley. Es el mecanismo perfecto para destruir el mercado de segunda mano y forzar la sustitución del parque móvil.
Mientras tanto, la Euro 7 sí es dura con los camiones y autobuses (el verdadero problema de contaminación urbana), usando el pánico de los coches como una cortina de humo para colar la trampa del OBM.