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CANALIZACIÓN septiembre 2025

Queridos hijos, bienvenidos. Soy la madre María. Os envuelvo en mi luz sanadora, en mi luz que es ternura y amor incondicional. Así os amo y así debéis amaros vosotros, a vosotros mismos y a los demás, pero primero a vosotros mismos; no se puede dar lo que uno no tiene. Para poder amar incondicionalmente al otro, primero tienes que amarte a ti incondicionalmente, ser capaz de ver toda la belleza que hay en ti, toda la grandeza que hay en ti, toda la luz que hay en ti. Reconócela. Permite que se expanda en ti.
Eres un ser de luz, reflejo de la fuente primigenia de tu padre-madre creador, madre-padre creadora, como prefieras decirlo. Eres un rayo de su luz. Formas parte de la fuente. Estás en la fuente y la fuente está en ti. Y esto puedes repetirlo infinitamente, hasta que lo integres realmente. Con toda su grandeza, con toda la grandeza de su significado. Nada debes temer. Tu alma inmortal está a salvo de todo. Nadie puede dañarla más que tú mismo. La dañas cuando te olvidas de ti, cuando te olvidas de amarte, cuando te niegas a perdonarte.
Visualízate como un rayo de luz dorada que se conecta al corazón de la Madre Tierra por un extremo y al corazón de la Fuente Primigenia en el otro. Y siente la energía de ambos dentro de ti. Deja que te colmen de su luz, de su energía, de su amor y vitalidad. Siente cómo esa energía recorre todos tus cuerpos energéticos y físicos, y cómo va armonizando y limpiando todo. Da permiso para limpiar las memorias obsoletas que ya no tienen sentido en el hoy y para activar aquellos códigos dormidos que es hora de amplificar, de poner en marcha para que tengas acceso a mayores capacidades que duermen en ti.
Sabemos que os enfrentáis a muchos desafíos hoy. Este cierre de ciclo implica tomar muchas decisiones postergadas, reconocer y mirar a los ojos a muchos miedos. Pero puedes hacerlo. Estás preparada, estás preparado. Cree en ti. Y cuando te falte el valor o el amor, visualízate en tu parte divina. Visualízate en tu cuerpo de luz. Y visualízate como ese rayo conectado a la Tierra y al Cielo, recibiendo toda esa energía del Universo.
Puedes invocarnos también a nosotros, los seres de luz elevada, para acompañarte en este proceso de fuerza y amor. Todo sigue. El plan del universo no te olvida. Todo está en su lugar. Envía luz a todo aquello que te hace daño. Envíale amor a las situaciones y personas que generan dolor en tu vida. Envuélvelo en amor y luz. Envíale amor y luz, para que puedan transformarse, para que pueda transformarse tu relación con ellos.
Más que nunca es la hora del amor. Ya lo hemos dicho muchas veces: la respuesta siempre es el amor, la respuesta al miedo, la respuesta al odio, la respuesta a la lucha, la respuesta al dolor... es el amor. Envuelve en amor tu cuerpo físico dolorido, sostenlo en amor, transfórmalo en amor. Envuelve en amor tus pensamientos dolorosos. Todo está bien, hay mucho que agradecer.
Puedes seguir adelante y dejar atrás lo que ya pasó. Cada día es una oportunidad para transformar tu vida, para transformar tu futuro, transformando tu presente. Es hora de tomar las decisiones que habías aparcado. Es hora de decirte "sí" a ti misma, a ti mismo.
Una vez más te recomendamos que centres tu atención en ti, que desde ti puedes transformar todo. No dejes que te inoculen miedo. Simplemente céntrate en tu cotidianidad. Mejora tu relación con todo lo que te rodea, con cada ser, con cada situación. Y eso marcará la diferencia. Si cada uno de vosotros os entregáis a este trabajo, marcará una gran diferencia.
Que la ternura te guíe cada día. Yo te bendigo y extiendo mi mano para que la acojas siempre que lo necesites. Para que, siempre que lo necesites, me pidas que te envuelva en mi manto protector. Estoy a tu disposición con todo mi amor. Soy la madre María. Siembra paz y ternura cada día y tu vida florecerá. No hay tarea más bella ni más importante.

MADRE MARÍA
a través de Pilar González