El pasado 23 septiembre a la edad de 81 nos dejó el gran Roberto Roena. Hace ya tiempo que era una leyenda en el mundo de la Salsa. El año 1940 le vio nacer en el sector Dulces Labios de Mayagüez en Puerto Rico. Además de virtuoso bongosero, campanero y carismático director de orquesta, es un notable bailador que destacó desde sus tempranos comienzos en “La Sultana del Oeste”, donde ya asombraban sus pasos de Mambo y Cha Cha Chá junto a su hermano Cuqui en el dúo Mambos Flashes. Cuando contaba con dieciséis años Rafael Cortijo le invitó a ir a Nueva York con su orquesta para presentarse en el Palladium. El mejor discípulo de Cortijo tenía ya unas inquietudes musicales que le llevaban todas las noches de los miércoles a descargar Latin Jazz con su banda Los Megatones, tras pasar el día junto al Gran Combo o junto al combo de Rafael Cortijo. El lanzamiento del cohete Apolo puso nombre a la aparición de su orquesta, la Apollo Sound, en la que Roena plasmó su sonoridad personal y supo dirigir con acierto a pesar de no haber estudiado música. Fue fundador de Puerto Rico All Stars y figura imprescindible de Fania All Stars, además de showman en los escenarios, en los que ha escrito páginas memorables de coreografía junto a su tío y maestro Aníbal Vázquez.