La escoba es un objeto que suele pasar desapercibido y subordinado a una tarea doméstica muy simple y monótona: barrer los pisos. Es verdad: su propósito es barrer y quitar la mugre de los lugares donde nos movemos y habitamos, por lo cual –en una primera mirada– la primera connotación simbólica de la escoba reside en su sencillez y humildad.
Sin embargo, la remoción de la mugre tiene una segunda interpretación referida a la movilización de energías estancadas y fétidas, propiciando una renovación energética. Por esta razón, la antigua disciplina china del Feng Shui coloca el orden y la limpieza como dos de sus pilares.