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Enseñanzas de la sabiduría occidental

La búsqueda de la paz

Cristo Jesús dijo: "No he venido a traer paz, sino espada". Muchas personas no han podido conciliar esta declaración con las Enseñanzas de Cristo sobre el amor y la paz.

Sin embargo, existe una explicación de la declaración que nos permite conocer su verdadero significado, así como saber qué será necesario antes de que la paz pueda reinar en la Tierra.

En Juan 10:16 leemos que Cristo Jesús también dijo: "... habrá un rebaño y un solo pastor". Esto indica que TODAS las personas eventualmente deben llegar a un estado de unidad bajo Su liderazgo.

La historia ha sido un registro en gran parte de conflictos y guerras entre razas y naciones. Las diferencias de ideales, religiones, características físicas, idiomas y gobierno fomentaron la separatividad, y este hecho, junto con el egoísmo innato del hombre no perfeccionado, resultó en una competencia y confusión continuas a lo largo de los siglos.

La primera raza se estableció al final de la Época Lemuriana, cuando "había una pequeña parte de la humanidad naciente que estaba lo suficientemente avanzada como para que se les pudiera dar una mente germinal y el Espíritu pudiera comenzar lentamente a entrar en sus vehículos".

El comienzo de naciones separadas se fomentó durante el tercio medio de la Época Atlante. Grupos de personas que tenían hábitos y gustos similares se unieron y fundaron nuevas colonias.

Las razas fueron puestas bajo el cuidado de los Espíritus de las Razas (Arcángeles), quienes les dieron a sus encargados leyes estrictas y recompensas y castigos instantáneos. Guiaron a sus cargas a diferentes climas y diferentes partes de la Tierra.

Los Espíritus Raciales fomentan el patriotismo e instigan guerras cuando son necesarias medidas tan drásticas, intensificando así la separatividad que existe entre los diferentes pueblos.

Obviamente, mientras la humanidad permanezca dividida en razas y naciones, cada una fomentando agresivamente sus propios objetivos y propósitos, la "paz en la Tierra" y la "buena voluntad entre los hombres" no es posible.

Solo cuando todas las naciones y razas se hayan unido en hermandad será posible la paz.

El hombre, cuyo destino es crecer, progresar y desarrollar sus potenciales internos respondiendo a las influencias espirituales dirigidas hacia él, debe volverse autosuficiente, emancipado de todas las influencias externas, incluidas las de los Espíritus Raciales.

La venida del Rayo Crístico como Espíritu Planetario que mora en nuestra Tierra comenzó la emancipación de los seres humanos, no solo de los poderes envolventes de los Espíritus Raciales, sino también de sus propios deseos contaminados con Lucifer.

Domingo de Servicio Devocional Dominical
Tema de Estudio
Enero 2025
Exponente:
Rafael Iñiguez Herrera