LA RESURRECCION
El mensaje que llega a la humanidad en la temporada de Pascua varía en su significado según el estado evolutivo y el grado de conciencia del individuo.
La Pascua es la festividad de la resurrección de Cristo, y fué la fiesta principal en los principios de la era cristiana que se observaba con gran solemnidad.
Era consagrada por la primitiva iglesia para la administración de los ritos bautismales; y el nombre latino del domingo que sigue a la Pascua, "Domínica in Albis", es el reconocimiento de la costumbre de los recién bautizados al llevar túnicas blancas en la semana intermedia, durante la cual los fieles se saludaban unos a otros con el beso de paz y el saludo: "Cristo ha resucitado", para el cual la respuesta era:
"El ha resucitado verdaderamente".
El drama de la resurrección es común a la mayoría de las grandes religiones mundiales, y nos es transmitido en la tradición de los primitivos cultivadores de la tierra.
Estas gentes primitivas, maravillándose ante la vida que emerge de una semilla plantada en la tierra, urdieron una complicada mitología en la cual dioses héroes descendieron a la Tierra y ascendieron otra vez.
En el mito
babilónico, Tammuz es la semilla que desciende a los mundos inferiores, permaneciendo allí como una cosa muerta, hasta que Ishtar, la diosa de la fertilidad, la rescata (a la semilla) de su oscura caverna y la lleva hacia la luz.
El surgimiento de su propio alimento era tan importante para nuestros ancestros, que el milagro de la semilla evolucionando a una substancia dadora de vida, fué asociado con la supervivencia humana.
Porque si la semilla no crecía, el hambre y la muerte seguían; por consiguiente, se hizo costumbre ofrecer oraciones y sacrificios para propiciar la cosecha, y una décima parte de ésta fue reservada para el nuevo plantío.
Este fue el origen del diezmo.
Tema de Estudio Servicio Devocional Dominical
Domingo 9 de Abril del 2023
Exponente Miriam Garbarino