El domingo, CBS News canceló abruptamente un segmento del episodio del programa 60 Minutes, apenas tres horas antes de su emisión. El segmento se centraba en las historias de inmigrantes venezolanos enviados a la brutal prisión CECOT de El Salvador por la administración Trump. A principios de este año, el presidente demandó a CBS News por la forma en que editó una entrevista con Kamala Harris. La compañía llegó a un acuerdo por 16 millones de dólares, además de millones adicionales en anuncios o, presumiblemente, propaganda a favor de Trump. Durante el transcurso de la demanda, CBS News se fusionó con Paramount, propiedad de David Ellison, hijo del multimillonario de derecha y propietario de la corporación Oracle, Larry Ellison. Como parte del acuerdo, CBS News tuvo que aceptar tener un "monitor de sesgo" que reporta directamente al presidente. En el pasado, los monitores de sesgo han existido solo para proteger a los periodistas de la influencia de sus jefes empresarios. El segmento cancelado se emitió en Canadá, y el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, dijo que todos los productores de 60 Minutes deberían ser despedidos.
On Sunday, CBS News abruptly canceled a segment from an episode of 60 Minutes just three hours before broadcast. The segment centered on the stories of Venezuelan immigrants sent to El Salvador's brutal CECOT prison by the Trump administration. Earlier this year, President Trump sued CBS News for the way it edited an interview with Kamala Harris. The company settled for 16 million dollars plus millions more in ads, or, presumably, pro-Trump propaganda. During the course of the lawsuit, CBS News merged with Paramount, owned by David Ellison, son of right-wing multimillionaire and owner of Oracle corporation, Larry Ellison. As part of the deal, CBS News had to agree to a "bias monitor" who reports directly to the President. In the past, bias monitors have only been used to protect journalists from the influence of their corporate bosses. The cancelled segment did air in Canada, and White House Deputy Chief of Staff Stephen Miller said that every 60 Minutes producer should be fired.