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El miércoles, un juez federal en San Francisco prohibió una de las tácticas de deportación más controvertidas de la administración Trump: el arresto de personas en los tribunales de inmigración del norte de California. El fallo impide que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia esperen a los solicitantes de asilo y otros no ciudadanos en las audiencias de rutina. La decisión actual solo se aplica al área de responsabilidad de ICE en San Francisco, una región que abarca todo el norte y centro de California, hasta Bakersfield, en el sur. Antes de la actual ofensiva de la administración Trump contra los inmigrantes, las autoridades tenían restricciones para realizar arrestos en lo que denominaban "lugares sensibles", como hospitales, iglesias y escuelas. La reversión de esta práctica por parte de la administración Trump ha provocado un aumento de los arrestos y una disminución significativa de las comparecencias ante los tribunales. Es probable que la administración apele la decisión. Hasta que se lleven acabo nuevos procedimientos judiciales, no está claro si los inmigrantes están seguros en los tribunales.

On Wednesday, a federal judge in San Francisco banned one of the Trump administration's most controversial deportation tactics: arresting people at immigration courthouses across Northern California. The ruling blocks ICE and the Department of Justice's Executive Office for Immigration Review from lying in wait for asylum seekers and other noncitizens at routine hearings. The current decision only applies to ICE's San Francisco Area of Responsibility, a region encompassing all of Northern and Central California, as far south as Bakersfield. Before the Trump administration's current attack on immigrants, authorities have had restrictions on carrying out arrests at what they called "sensitive locations," such as hospitals, churches and schools. The Trump administration's reversal of that tradition has lead to a surge in arrests, and a significant drop in court appearances. The administration is likely to appeal the decision. Until further court proceedings it is unclear whether immigrants are safe at courthouses.