El viernes, cuatro personas detenidas en el centro de detención de inmigrantes Delaney Hall, en Newark, Nueva Jersey, escaparon, según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. El jueves, los abogados que representan a algunos de los detenidos dijieron que un grupo adentro había iniciado una rebelión por la falta de alimentos y otras malas condiciones. Una mujer cuyo esposo se encontraba detenido le dijo a noticiero CBS News que a él no le habían dado comida en 20 horas. Tras las protestas de los detenidos, el centro se declaró en confinamiento. El grupo de derechos civiles The Bronx Defenders informó que todas las visitas, llamadas telefónicas y reuniones virtuales entre los detenidos y sus abogados se habían suspendido. Esa noche, manifestantes afuera de las instalaciones intentaron atravesar las puertas principales y, junto con la rebelión en el interior, abrumaron a los agentes estatales lo suficiente como para permitir que se escaparan cuatro personas detenidas. No se han revelado sus identidades y no se conocen los detalles de cómo lo hicieron. Delaney Hall es propiedad de la empresa privada GEO Group, que tiene un contrato de mil millones de dólares con la administración Trump para ser utilizado como centro de detención de inmigrantes.
On Friday, four people being held at the Delaney Hall immigration detention camp in Newark, New Jersey, escaped, according to the US Department of Homeland Security. On Thursday, lawyers who represent some of the detainees said that a group of them had started a revolt over a lack of food and other poor conditions. A woman whose husband was being held at the facility told CBS News that he had not been given food in 20 hours. The facility responded by going into lockdown. The civil rights group The Bronx Defenders said that all visits, phone calls and virtual meetings between the detainees and their lawyers had been suspended. That night, protesters outside the facility tried to break through the front gates, and together with the revolt inside the facility, overwhelmed the state agents enough to allow for four people to escape. Ther identites have not been released and details of how they escaped are unclear. Delaney Hall is owned by the private prison company, GEO Group, which has a one billion dollar contract with the Trump administration to be used as an immigrant detention camp.