Esta pandemia de Covid-19 ha puesto a prueba el carácter de los ejecutivos de moda en todo el mundo. Ellos han tenido que adaptarse rápidamente, cambiando las operaciones de retail principalmente para estar en línea, reimaginando su distribución y producción, y moviendo su fuerza de trabajo a oficinas remotas. En casos más extremos, han tenido que dar bajas temporales o incluso despedir a sus empleados, cancelar órdenes y cerrar tiendas.
El efecto dominó se ha visto a lo largo de toda la cadena de suministro. De acuerdo con la Asociación de la Industria de la Moda en Estados Unidos, la confianza en el negocio de la moda ha caído en más del 8% desde 2019 y 95% de las marcas esperan que la ganancia de ventas disminuya para el año fiscal de 2020.
Además de todo, los disturbios civiles en Estados Unidos y a nivel global han dejado al descubierto los problemas de racismo sistémico y desigualdad salarial de género. Sobre todo los consumidores más jóvenes no dudan en rechazar a las marcas que no están respondiendo transparentemente a estos temas con verdaderas acciones de cambio.
En pocas palabras, los ejecutivos de moda han tenido que ser más visibles conforme los consumidores exigen más transparencia, y de muchas maneras esto ha cambiado el rol de liderazgo de marca y por ende ha modificado cómo están contratando las compañías. De acuerdo a Meghan Houle, reclutadora senior de The Bowerman Group, las empresas de moda están tomando este momento para ser muy exigentes en la contratación de nuevos ejecutivos. Ella hace referencia al dicho de que tu pasado puede volver para perseguirte, con lo que enfatiza que todo se reduce a la reputación.
Transcripción completa disponible: FCNewsBytes.com
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