No sólo le gustaba matar a sus víctimas; a Fritz Haarmann le gustaba morder sus manzanas de Adán y arrancarles la garganta. Sus "mordiscos de amor" le valieron el apodo de "El hombre lobo de Hannover". Entre 1918 y 1924, Fritz asesinó hasta 50 niños antes de que la policía se diera cuenta de que el Hombre Lobo era uno de los suyos.
Learn more about your ad choices. Visit podcastchoices.com/adchoices