Durante años, la policía sueca no pudo encontrar un sospechoso viable del asesinato del Primer Ministro Olof Palme. Pero en 1988, el grupo de trabajo tuvo un nuevo líder. Se había pasado por alto a un sospechoso con un pasado violento conocido como "El asesino de la bayoneta", y su coartada era poco convincente. Por fin la policía estaba segura de tener al hombre adecuado.
Learn more about your ad choices. Visit podcastchoices.com/adchoices