En 2013, Esteban Silva decidió dejar su trabajo como consultor en McKinsey para emprender un nuevo proyecto fusionando sus dos pasiones: la cerveza y su natal Colima. Sin saber absolutamente nada sobre hacer "chela", hizo un business plan y motivado más por la emoción que la razón, regresó a Colima y montó la maquinaria para hacer Colimita, su primera cerveza artesanal. Hoy, 12 años después, tienen de fijo 7 diferentes versiones, incluyendo su más reciente lanzamiento: Colima Cero (sin alcohol), y una empresa consolidada que ya trasciende fronteras nacionales.
"Si Cervecería de Colima es Esteban Silva, he hecho mal mi trabajo", afirma el fundador, quien entiende que la empresa que ha creado es más grande que él. Queremos ver más fundadores como Esteban, más empresas como Cervecería de Colima que pongan el nombre de México en alto. Queremos ver #másdeméxico
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