El modelo económico del país, todo hecho bolas, tiene un impacto desastroso en la estructura social, pues, entre otras cosas y como resultante, se recluta a jóvenes mediante el Ejército para combatir a la delincuencia en la que incurren otros jóvenes por falta de oportunidades económicas. La nación huele a pólvora y pobreza.