Padre de la Iglesia y mártir, el más importante entre los Padres apologistas del siglo segundo, fue un filósofo convertido al cristianismo, quien dio claro testimonio de Aquél que es la Sabiduría y la Verdad, Jesucristo. "Tenemos la obligación de dar ejemplo con nuestra vida y nuestra doctrina, no sea que hayamos de pagar nosotros el castigo de quienes parecen ignorar nuestra religión, y así pecaron por su ceguera".