La autoridad, exuberancia e influencia musical de Miles Davis (1926-1991) a su paso por el Siglo XX fue tal que, aun hoy, su legado sirve de estímulo creativo ineludible para las nuevas generaciones. Ya desde su infancia mostró un talento innato, y, como suele decirse, fue un niño prodigio musicalmente hablando, desde que a los 13 años sus padres le regalasen una trompeta sin saber que con aquel gesto iban a cambiar la historia del jazz y buena parte de la música popular moderna.